Un tipo que vende aspiradoras llega a un edificio de 10 niveles y luego de tratar y tratar sin exito de vender algo, se halla tocando la puerta en el décimo piso, donde le abre una señora.
– Señora, estoy vendiendo unas aspiradoras que son…
– Ay no, señor! -le interrumpió la doña- yo lo que quisiera es un plomero, tengo el inodoro atascado y no quiere funcionar.
El vendedor, jugándose la última carta, se le ocurre algo.
– Señora, si su inodoro está atascado, yo podría hacerle una exhibición de mis excelentes aspiradoras, para que vea que potencia tienen.
La mujer, desesperada por arreglar su problema, acepta la prueba del vendedor y se dirigen al inodoro. El vendedor prepara la aspiradora e introduce la manguera en el inodoro y la enciende.
Brrrrrrrrrrrrrrr!
Pero no pasaba nada, no había succión. Por lo que el vendedor decide aumentarle la potencia.
BRRRRRRRRRRRRRR!!!
Pero todo seguía igual, la bolsa que debía llenarse continuaba vacía. Por lo que decidió darle la máxima potencia.
BR&%*%$#*&^%, BRRRR%$#&*%$, PRAPPAPPRPAPRAPAPRA!!!!!!!
El vendedor vio con alegría como se empezaba a llenar el recipiente de la aspiradora. Cuando ya dejó de succionar, apaga el aparato y le dice, orgulloso de su labor, a la dama:
– Ya su inodoro está desatascado.
El vendedor procedió a mostrarle a la señora lo que succionó la aspiradora, cuando la abre la bolsa encuentra dentro a un tipo desnudo.
– Pero señor, ¿como entró Ud. ahí? -preguntó sorprendido.
– Yo mismo no sé, pues lo último que recuerdo es que estaba cagando en el cuarto piso.!!